Pulido y centelleante diamante
el deseado amante
que ni en el cielo encontró Dante.
Coronado con largo y brillante
azabache, ángel de carne.
Soplo de divino aire
es el alma que le late,
dentro del pecho noble
a quien es delirio del pobre.
De nácar es la piel que le cubre,
labios como de rubí tiene
y ojos que son misteriosa noche.
Es su risa sonido dulce
que al corazón de fuego prende
y a la razón consuelo ofrece.
Es pasión que arde,
deseo que se siente,
amor que crece,
armonía que te envuelve,
perfección que te enmudece,
y divinidad que te enloquece.
By:Deep_Within
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