Miras por la ventana, el cristal está mojado,
por cientos de gotas de lluvia es recorrido,
y por un color húmedo y frío está pintado.
No se puede ver a través del él, estás como atrapado.
Escuchas al viento rugir, la cuerda de la persiana en
movimiento
es lo único que te deja saber que en el mundo exterior hay aliento,
aliento gélido de invierno, aliento gélido que congela el
pensamiento,
aliento gélido que penetra cual serpiente hasta el último
hueso.
El cielo gris, el aire gris, el ambiente gris, todo de gris
manchado,
los ojos cansados, los dedos cansados y las lágrimas
brotando
de esos ojos que han sido vaciados, de esos ojos
desdichados,
de esos ojos que a leer el mismo libro han sido condenados.
Sin descanso, una otra vez se repite el acto,
como en una eterna obra de teatro,
sin descanso, una y otra vez el mismo papel
ha de ser por el actor representado.
De gris el marco, de gris el escenario, de gris como el
cielo,
De gris la respiración, de gris los lamentos, de gris como
un suspiro
De gris el guión, de gris la interpretación, de gris como un
cuchillo.
De gris el corazón, de gris la razón, de gris como el viento
de invierno.
Ha comenzado la función en la solitaria habitación,
junto al cristal que la lluvia va como cortando,
con ese viento como fondo montando escándalo,
y con la soledad como único asistente al espectáculo.
By:Deep_Within
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